miércoles, 23 de febrero de 2011

Cambio social radical

Es urgente y sumamente necesario plantearse que si queremos un cambio social radical enfrentar la posibilidad de un enemigo que se oponga y que levante persecución y pase espada sobre nosotros.

En ciertas congregaciones se estudian profecías bíblicas que señalan una persecución como la que hubo en la Edad Media con motivo de la Inquisición Católica. Se teme que la Iglesia católica alcance de nuevo el poder civil y promueva una persecución contra los que guardan los diez mandamientos o ley de Dios.

Aquí es donde es útil comprender en qué momento vive la cultura cristiana del mundo occidental. Precisamente la revolución social en la cual los pobres comprenden el poder que se ejerce a través de la democracia está impregnado por el amor al prójimo.

Esta revolución tiene su fundamento nada más y nada menos  que en las enseñanzas de Jesús nuestro Señor y en los diez mandamientos.

Si esto es así quiere decir que un grupo de teólogos de la liberación están dirigiendo estas revoluciones en América Latina, y desde aquí afectando al mundo. En este momento suceden protestas sociales en el mundo árabe pidiendo el fin de gobiernos dictatoriales.

Estos teólogos, disidentes, en cierta forma de la Iglesia católica, han abandonado sus votos por insurgir en la vida social y política (Voto de sumisión al Papa, Voto de castidad y Voto de pobreza).

Mucho se puede decir de lo que en las noticias públicas no se divulga, pero si alguna iglesia protestante levantara la ley de Dios para tomarla como fundamento de la verdad y de la obra necesaria para redimir al hombre de las injusticias ¿Cómo es que puede ser perseguida?

No nos quede ninguna duda: las leyes que se están redactando en Venezuela obligarán a cumplir con el deber social. Quienes no cumplan serán perseguidos y castigados.

Razones: La naturaleza ha entrado en crisis y provoca constantes desgracias. Nadie puede estar exento de las tareas de socorro y de la ayuda mutua. Lo otro, que quienes se han enriquecido lo han hecho en menoscabo de los más débiles y ningún gobierno que se considere justo puede permitirlo.

Estudiemos la profecía, pero no para anunciar más desastres y provocar el temor a Dios como persona que quiere atraer a los pecadores.

Acertadamente la profecía anuncia en Apocalipsis 7: 1-3 que el Señor ha ordenado a los cuatro ángeles detener los vientos de destrucción hasta tanto sean sellados sus siervos.

 “La religión que se profesa hoy no tiene el carácter puro y santo que distinguiera a la fe cristiana en los días de Cristo y sus apóstoles. Si el cristianismo es aparentemente tan popular en el mundo, ello se debe tan sólo al espíritu de transigencia con el pecado, a que las grandes verdades de la Palabra de Dios son miradas con indiferencia, y a la poca piedad vital que hay en la iglesia. Revivan la fe y el poder de la iglesia primitiva, y el espíritu de persecución revivirá también y el fuego de la persecución volverá a encenderse”. (El conflicto de los siglos E. White pàg.53).

¿Qué significa esto?

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